Por: Capellán Rvdo. Carlos A. Concepción Méndez- Th.D.

29 “Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” Romanos 8: 29 NVI”

Al leer este texto Bíblico podemos reflexionar y sentirnos alentados a ver que la meta suprema de nuestra vida es parecernos más a Jesús. Definitivamente, al mantener una relación estrecha con Cristo, nos pareceremos más y más a Él. ¿Cómo?

1. Lee y presta atención a la palabra de Dios.
2. Estudia la vida de Jesús en la tierra, escrita en los evangelios.
3. Pide al Señor que seas lleno de su presencia a través del Espíritu Santo.

Es de gran bendición saber que el deseo de Dios, nuestro padre, es que vayamos creciendo en nuestra vida cristiana para que seamos como Jesús. El querer vivir y correr tras esa meta nos ayudará a enfrentar las diversas situaciones de la vida con la fuerza y la presencia de Dios. En fin, podremos escalar grandes montañas, enfrentar aguas tempestuosas y aun así, si mantenemos nuestra mirada en la meta aprenderemos a comportarnos como Él, hablar como Él y sentir su presencia.

El título de este escrito lo comenzaremos a ver como una realidad en nuestra vida cuando intencionalmente tomemos la decisión de comenzar con mis acciones y palabras a decir “Quiero Parecerme a Jesús”

Dios te bendiga