Capellán Carlos Concepción

Un día… estaba un niño con su abuelo y este le dijo que podía escoger para el desayuno: cereal, avena o pancakes. El niño lo miró fijamente a los ojos… se quedó pensando y le contestó: “¿Dijiste chocolates?”.
Amados, a veces hacemos exactamente así con la palabra de Dios. Esta nos dice, por ejemplo: “En Cristo somos más que vencedores”. Luego, pasa un rato y con nuestros actos le decimos al Señor: “¿Dijiste…?”.
Te animo a leer, escuchar y a vivir hoy la palabra de Dios. Te aseguro que esta será como un bálsamo para tu vida y miel en tu paladar.